Pisadas

Es mi sino

al escuchar tus pisadas estentóreas….

esperarte con ansias detrás de la puerta

¿Has escuchado su sonido?

Imitan el circunloquio

de mi declaración

Mmmm

tus pisadas …

Van manteniendo tu cuerpo enhiesto

preparado siempre para llevarme a ti

Cómo no volverse loca

cuando te muestras raudo y denodado

averiguando nuevos parajes

en estas oquedades de mis labios

De mis labios

De mis labios

Mis labios,

sí

los sostenes de letras recónditas.

Astrid Jaime

Mejillas

Tu mejilla

es la exposición

de mis besos más tristes

el certamen

de esta ridícula pasión

traducida por mis labios

mi mejilla

tu mejilla

se pegan

se acarician

se respiran

y hasta organizan

encuentros ilícitos

nosotros no somos más

que implicados.

Astrid Jaime

Bárbara no come chupetas.

Él dejó a Bárbara

el día de su cumpleaños

(pero él no lo sabía)

La dejó porque

tenía corto el cabello

En cambio yo

lo dejo crecer

Y también me mojo con la lluvia

chapoteo los océanos del patio

o corro para que las maestras no me alcancen

Entonces él me mira desde el salón

y dice: estoy enamorado

Bárbara cree que es de ella

y se sonroja

Me castigan las maestras

pero no me da miedo,

entonces le gusto más

Canto mientras espero

que la directora

diga la sentencia

todos los niños juegan...

y yo estoy sentada cantando

Él se me acerca

y me da su merienda

Me rio y me siento en el suelo con él

Bárbara no

Él me ve y me habla

cosas que no escucho

habla chiquito

y eso me da risa

Entonces por fin Bárbara entiende que él me quiere

¡Va y me lo reprocha!

Le abro mis brazos para consolarla

y me empuja

y él se enamora más de mí

Mañana le daré un besito

porque sé que le gusta mi boca

Se va hasta la Luna viendo mi sonrisa
roja
de chupeta

                                                                                                           

A.J.

Abanicos

I
En mis cabellos,

 tengo tu nariz muerta

 ¡Quieto perfume! 

Mi camisón prepara 

un espasmo ruidoso.

II
Perderé piel 

en tu grata presencia. 

Pasión inmunda,

 quemará mis palabras. 

Me coseré los labios.

III
Él vino aquí,

 su mirada consume;

 igual tus ojos. 

Confundí las figuras 

y le dejé tocarme.

IV
Me sumergí 

en océano puro. 

Dormí la sed: 

BESTIA que me regalas 

como helado gentil.

V
¿Y por qué insistes

 en llegar a mi cama, 

Coco miedoso? 

Si te escondes abajo

 y no entre mis cobijas.

VI
Me desvestí,

 por ti, en la misma ducha.

 Ven con un ave, 

con tus alas a exfoliar

 mi cuerpo de impureza.

VII
¿No logras ver?

 Aquellos son amantes. 

Siempre se esperan, 

después de la faena, 

en la estación de trenes.

VIII
Siempre preparas 

camisa de algodón 

porque me verás.

 Eso me invita a jugar

 con tenues sentimientos.

IX
Mi pie se sale, 

del zapato marrón

 tomando el libro; 

porque entre suaves letras 

quedo pobre y pequeña.

X
Ya mi gata huele

 la presencia de sándalo. 

Huele las manos 

que desean tocar.

 No son más que las tuyas.

XI
Confundo ahora: 

aquel ruido de carros 

y esa ruin voz

 ¿Qué será de mi oído? 

¿Los sonidos cambiaron?

XII
No queda más 

que enterrarte muy lejos, 

donde no duelas.

 Desvanécete ahora 

Entre la noche y el día.

Astrid Jaime

Foamoris

Nunca me creíste así

ahora 
¡paga las consecuencias!

*

Tantos halagos
confunde 
y
 sofoca

*

Será la gota de mi tristeza y seducción

lo que lo atrae

*

Es prolífera,
crece con poca levadura: 
mi retórica.

*

Me acosté sin ti
¡Qué 
novedad!

*

Quiero ser piedra:
 fría o caliente donde esté,
pegar fuerte 
y que me aparten a cosquillas
cuando busquen debajo de mí

*

Ser la confidente
de un hombre herido
 es la más indecente 
aberración.

Astrid Jaime